10 Jun Medios de pago electrónico: cuáles son, para qué sirven y su estado de situación en la Argentina
El uso de billeteras digitales, cheques electrónicos, sistema de débito inmediato (DEBIN) y pagos mediante transferencias virtuales explotó en el contexto de la pandemia. Cuáles son sus diferencias y de qué forma es mejor usarlos son algunos de los puntos de este recorrido por el ecosistema más disruptivo del momento.
Los medios de pago tienen un recorrido de casi 12.000 años, pasaron del trueque, que apareció en el neolítico, a la acuñación de moneda por parte de los griegos, hasta llegar al billete y la tarjeta de crédito. Sin embargo, la irrupción de internet y el conjunto de nuevas tecnologías de la información alteró radicalmente en un corto período de tiempo un ecosistema que, en rigor de verdad, poco había cambiado en siglos.
La nueva revolución vino de la mano de los medios de pago electrónicos, como se conoce a las herramientas que facilitan las transacciones financieras a través de internet o mediante aplicaciones móviles.
“Los medios de pago electrónicos permiten operaciones de manera virtual, sin utilizar dinero físico. Se caracterizan por ser sistemas sencillos, rápidos y por construir un historial crediticio que le permite a la persona tener un control sobre sus gastos”, introduce Francisco Chaves del Valle, gerente de Relaciones Institucionales de BKR, la fintech especializada en inclusión financiera.
Según datos del Banco Central, las transferencias totales en pesos inmediatas y con acreditación en 24 horas cursadas a través de canales digitales aumentaron en abril un 41% en cantidades y un 17,3% en montos reales, en comparación con el mismo mes de 2020.
Billeteras virtuales
Las billeteras virtuales están entre las herramientas más populares del momento. El último informe de COELSA, una de las compañías encargadas de la compensación de los pagos electrónicos en el país, aporta datos significativos sobre el lugar que ocupan dentro del ecosistema: de las 45,9 millones de operaciones de pagos electrónicos realizadas en enero, 13,9 millones correspondieron a estas plataformas. Aumentaron 2.000% contra los 670.000 de hace dos años.
“Las billeteras electrónicas son herramientas que brindan la posibilidad de realizar operaciones financieras, sin necesidad de poseer una cuenta bancaria. Permiten recibir y enviar dinero a otra cuenta de la misma aplicación, desde una cuenta bancaria u otra billetera virtual, pagar las facturas de servicios desde tu hogar, recargar celulares, armar vaquitas en grupo con tus contactos, pedir asistencia técnica y realizar retiros en efectivo en cajeros automáticos”, señala Chaves del Valle.
ECHEQ o Cheque Electrónico
El ECHEQ o Cheque Electrónico, creado a mediados de 2019 por el Banco Central (BCRA), es un tipo de cheque emitido por un medio electrónico que puede ser endosado, avalado, negociado, puesto en custodia, cedido y depositado de manera virtual. Para emitirlo tenés que contar con el CUIT o CUIL de la persona y podés depositarlo en una cuenta corriente o caja de ahorro. Al recibirlo, podés aceptarlo o desconocerlo a través de la aplicación que utilice. Es decir, tiene las mismas prestaciones que el cheque físico, la diferencia es que tiene costos operativos más bajos, no requiere de la utilización de papel y se minimizan los motivos de rechazo.
Su crecimiento fue exponencial: saltó de 9.200 cheques electrónicos emitidos en marzo de 2020, a 700.000 cheques en el mismo mes de 2021. Representaron, en esa última medición, el 15% del total de cheques y el 36% en volumen en pesos. Por su parte, los cheques de papel cayeron, en un año, de 5.000.000 de documentos por $473.000 millones a 3.800.000 de cheques por $454.000 millones.
Débito inmediato (DEBIN)
El nombre DEBIN alude a “débito inmediato”. Esta operación permite debitar fondos de la cuenta bancaria, previa autorización para hacer tu pago.
La utilización del débito inmediato (tanto crédito como débito) está entre las operaciones que explican el aumento de 82% interanual de las transacciones en los home bankings, según figura en un informe reciente sobre Uso de Dinero Electrónico (UDE) de la red Link.
POS Móvil
Es un dispositivo que se conecta al teléfono móvil o Tablet para acreditar transacciones mediante tarjeta de débito y permite realizar el pago en el punto de venta a través de una transferencia inmediata. Es un aparato físico que funciona como un “posnet” tradicional, pero sin emitir comprobantes ya que quedan almacenados de manera virtual.
La coyuntura actual desalienta los contactos presenciales y se ve reflejada en la utilización del Pos Movil: en abril de este año registró caídas de hasta 9% respecto de marzo y 34% en relación con abril del año anterior, también de acuerdo a los datos de UDE Link.
Transferencias 3.0 y QR interoperable
El sistema de Transferencias 3.0 fue presentado a fines de octubre por el Banco Central, luego de un trabajo conjunto entre el regulador, los bancos, las fintech, los procesadores de pagos y las cámaras compensadoras. La normativa propone una implementación escalonada hasta el 30 de noviembre de este año.
El sistema tiene como objetivo la interoperabilidad entre los diferentes QRs. Por ejemplo, que un mismo código QR pueda ser leído y pagado desde cualquier billetera virtual o aplicación. “Entre sus características se encuentran la inmediatez, porque los comercios reciben la acreditación de manera automática; flexible porque acepta tarjetas, QR, DNI, solicitudes de pago, entre otros; y económico al reducir los gastos del manejo en efectivo, ya sea en transporte, almacenamiento y seguridad”, resume Chaves.
Desde la entrada en vigencia, los pagos «abiertos» con QR alcanzaron los 557 millones de pesos, según datos del BCRA al 31 de enero pasado. Se concretaron 100.000 operaciones en ese lapso. En tanto, el 23 de diciembre se alcanzó el récord diario de 13.498 operaciones por $50.711.548, empujado por las ventas previas a Navidad.
La meta trazada por el BCRA y el ecosistema de bancos, fintech y cámaras del sector financiero es que la tasa a la cual los pagos digitales le ganan al efectivo crezca hasta el 5% por año en los próximos tres años. Hoy alcanza el 1% al año.