04 Mar ¿Qué relación hay entre la inclusión financiera, la tecnología y las mujeres?
¿Qué relación hay entre la inclusión financiera, la tecnología y las mujeres? Parecen ser tres cosas muy distintas, pero están más relacionadas de lo que parece. Te contamos cómo la tecnología puede ayudar en la inclusión financiera de género.
Históricamente las mujeres han tenido menos oportunidades para su desarrollo económico: ya sea por ocupar el rol de tareas de cuidado y dejar la educación en un segundo plano o la dificultad de acceso a servicios financieros. Sin embargo en los últimos años, con el crecimiento y desarrollo de billeteras virtuales y otros bancos virtuales, este segmento de la población se ha visto beneficiado.
Uno de los mayores beneficios de las billeteras virtuales, como BKR App, es la facilidad de su uso y la inclusión que promueven desde su base: para abrir o dar de baja una cuenta no es necesario acercarse a un lugar físico y tampoco tienen costos de mantenimiento. Además, las alternativas digitales de servicios financieros abren la puerta a un abanico de herramientas y canales para todas las mujeres. Servicios como las billeteras virtuales tienen el potencial de ofrecer propuestas de valor diferencial a este sector de la población, promoviendo el empoderamiento y libertad económica en la palma de la mano, a través de los smartphones.
Las billeteras virtuales, además de ser usadas en el día a día para el pago de servicios y el consumo cotidiano, son la puerta de entrada al sistema financiero de emprendedoras que encuentran en ellas la herramienta clave para recibir pagos, transferir dinero y poder brindar a sus clientes beneficios como descuento. Además de el acceso a la red de comercios y a beneficios como descuentos y, el hecho de no pagar comisión por las ventas, permite que la entrada al sistema financiero sea aún más sencilla.
Según el reporte del Global Entrepreneurship Monitor (2018), antes de la pandemia, el 45% de los emprendimientos estaba representado por mujeres. También, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa calcula que hacia finales de 2019 detrás del 36,7% de las PyMES había una mujer propietaria. Durante el 2020 el mundo cambió y los bancos y comercios se vieron obligados a acelerar rápidamente un proceso de digitalización que ya venía en marcha.
Para dar un ejemplo, dentro de la red de comercios BKR, encontramos el caso de Camila de Baking Power, una pastelería que nació en pandemia y pudo crecer gracias al ecosistema digital de las redes sociales, el e-commerce y las billeteras virtuales. “Empecé en abril del 2020 en casa, sin nada para hacer. Me compré lo necesario y me puse a hacer muchas tortitas para tener fotos y armar el Instagram de la pastelería. Así, empezamos a vender un montón y decidimos ir por más: en julio alquilamos el local y en septiembre abrimos la pastelería”. Y agrega : “Los medios de pago digitales son indispensables hoy en día. El 60% de los cobros se hacen por este medio, las billeteras virtuales son el futuro.” De la mano de Camila se encuentra Carina, dueña de Leila Boutique, que también potenció su negocio con la billetera virtual: “Hoy los medios digitales para comprar y vender son todo porque son la manera más rápida, expeditiva y práctica de comprar, además de que seguramente va acompañado de un beneficio”.
Estos ejemplos y muchos casos de éxito más, demuestran que las mujeres pueden potenciar sus negocios a través de las herramientas que ofrecen las fintechs. El desarrollo de emprendimientos y empresas liderados por mujeres no sólo permite potenciar su talento, sino que también diversifica al sector, abriendo nuevas oportunidades a las mujeres y ampliando la diversidad en el mundo laboral.
Las mujeres pueden contribuir al crecimiento no solo a través del desarrollo de negocios sino con el mejor manejo de sus finanzas. El acceso a servicios financieros, como billeteras virtuales, permite su crecimiento y autonomía, un uso más inteligente de sus recursos y reduce la vulnerabilidad que puede experimentar este sector de la sociedad en el día a día. Cerrar la brecha de género a través de la inclusión financiera también tiene un impacto positivo en el crecimiento y desarrollo económico de los países, en la reducción de las desigualdades, la evolución de los negocios, la inclusión social y es el camino para construir una economía más sostenible a nivel global.